
Este boletín es el trabajo de Richard Widman de Widman International SRL, Santa Cruz,
Bolivia, escrito para informar a los ingenieros del daño causado por las prácticas
tradicionales en los talleres del país. Es el resumen de años de análisis de aceites y
estudios de problemas de motores en Bolivia.
Este es el quinto de una serie de boletines donde revelaremos los secretos de la vida larga para los equipos automotrices e industriales. En este boletín hablaremos de las temperaturas óptimas para la combustión, los requerimientos de refrigeración de los motores, las condiciones operacionales, los hábitos tradicionales de los talleres que causan daños al motor y que aumentan los costos de operación, frecuencia de reparaciones y las
tecnologías disponibles para mantener el motor en su punto de eficiencia.
En boletines anteriores hablamos de los efectos de contaminación en los motores y las transmisiones incluyendo los requerimientos de lubricación. También cubrimos las características de grasa y su uso en rodamientos. Todos los boletines están disponibles en nuestra página Web: www.widman.biz
El sistema de refrigeración del motor de combustión interna esta diseñada para proveer años de servicio sin otra necesidad que el cambio periódico del Refrigerante, manteniendo la temperatura del motor en el rango necesario para aprovechar su máxima vida útil.
El diseño del motor.
Los motores de combustión interna están diseñados para operar eficientemente por un largo
tiempo mientras se mantenga la temperatura interna entre 82o
C y 100o
C. Existe un punto
óptimo de temperatura en cada marca, pero todos están dentro de este rango.
Si operamos con la temperatura por encima de este rango:
1. Corremos el riesgo de reducir la viscosidad del aceite, disminuyendo la protección
al desgaste.
2. Provocamos incremento de fricción entre las piezas móviles.
3. Incrementamos el calentamiento de las piezas.
4. Causamos tecleo por encender el combustible en el cilindro antes de tiempo.
Si operamos con una temperatura por debajo de este rango:
1. Aumentamos el consumo de combustible porque el sistema ajusta la mezcla para la
temperatura del motor.
2. Acumulamos agua en el aceite como residuo de la combustión, causando corrosión,
herrumbre, formación de lodos, taponamiento del filtro de aceite y por ende la
circulación de aceite “sucio” por el motor.
3. Aumentamos el consumo de aceite y desgaste de piezas porque ellas están diseñadas
para expandir hasta su tamaño y tolerancia normal cuando están en el rango correcto
de temperatura.
4. Reducimos la potencia del motor por la pérdida de compresión (punto 3) y la falta
de temperatura para una combustión eficiente.
5. Causamos herrumbre en el sistema de escape por la falta de evaporación del agua
residual de la combustión.
6. Causamos depósitos de nitración, carbón y barniz en las válvulas, bujías y pistones


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